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carta sobrante

Cuando un pliego no era recogido, o era rehusado
por el destinatario, era obligatorio dejarlo pendiente
en lista de entrega durante un mes. Cumplido este
tiempo, pasaba a sobrante. Si llevaba remite, el pliego
era devuelto a la estafeta de origen, lugar donde el re-
mitente podía recogerlo previo pago del porte. Si no
llevaba remite, el pliego se dirigía a la intervención
provincial, lugar donde quedaba archivado durante
un año. Pasado este tiempo y si no era reclamado, se
remitía a la Dirección General para la quema. Esta
correspondencia era marcada con la inicial de abono
“A” y el porte compensado en la cuenta de la esta-
feta.

carta sobre

Pliego de papel con sello y/o texto impreso (entero
postal), que una vez escrito se pliega, según las
indicaciones, y se cierra y envía por correo.

carta tarjeta

Consiste en una tarjeta de formato cuadrado o rec-
tangular, plisada al medio, impresa en cartulina delga-
da y que suele llevar perforados tres de sus lados.
Normalmente se trataba de un entero postal de la
modalidad “tarjeta-carta” en la que el mensaje se escri-
bía en su interior, a menudo en blanco. Se cerraba
mediante los bordes engomados y la perforación de
estos permitía su fácil apertura.

carta urgente

Servicio especial de correo que, previo pago de un
derecho o tasa extra, recibe prioridad tanto en el
transporte como en la distribución respecto a la co-
rrespondencia ordinaria.

cartas muertas

En Hispanoamérica, también “Rezagos”; “Deadletter”
en inglés. Con esta terminología postal son denomi-
nadas aquellas cartas que, por la circunstancia que sea
y realizadas todas las gestiones posibles, no pueden
ser entregadas al destinatario ni devueltas al remi-
tente. En este caso, el Correo las retiene durante un
tiempo prudencial (dos años normalmente) y, trans-
currido el mismo, las destruye. Dichas cartas sin en-

tregar son custodiadas en un departamento o sección
de la misma denominación.

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